La Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) se pronunció en contra de la decisión adoptada por el Consejo Federal Pesquero (CFP) de aumentar la cuota social de langostino para asignar 3.500 toneladas de manera extraordinaria a la provincia de Río Negro.
La medida se resolvió en la sesión de este jueves del CFP donde el requerimiento formulado contó con el voto favorable del presidente del cuerpo, los representantes del Poder Ejecutivo Nacional y los miembros que representan a las provincias de Santa Cruz y Río Negro; por la negativa se expresaron los representantes de Buenos Aires y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, en tanto, el representante de Chubut se abstuvo en la votación.
CAPIP cuestionó que la determinación se haya hecho sin la previa intervención y discusión en el seno de la Comisión de Seguimiento de la Pesquería de Langostino.
Consideran que además de inconsulta, la medida provoca un innecesario “aumento del esfuerzo pesquero” sobre el recurso y no se condice con una política de manejo precautorio de la especie. Tampoco se solicitó opinión técnica al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP). También reprochan que se generará un peligroso antecedente ante la posibilidad que se asigne cuota a barcos que carecen de historial de langostino.
La entidad empresarial que preside Agustín de la Fuente mantiene la misma postura crítica, como oportunamente lo señaló respecto al polémico Fondo de Asignación para el Fomento Productivo (FAFP), creado en diciembre de 2022, que permitió la asignación discrecional de 5.000 toneladas anuales de cuota de langostino a un grupo de barcos hasta el año 2028, inclusive.
CAPIP advierte que esta concesión extraordinaria de 3.500 toneladas a Río Negro permitirá el ingreso de buques al caladero nacional sin historia de langostino en perjuicio y detrimento de la pesquería.
No obstante, la cámara empresaria diferenció el cupo social que se les asignó a Chubut y Santa Cruz a modo de compensación por haber implementado una veda permanente de pesca de langostino dentro del golfo San Jorge, en favor de la pesquería, esfuerzo que ha permitido el crecimiento de la biomasa.