NOTICIAS | 26 AGO 2024

CAPA celebra 25 Años con nuevos desafíos




El 25 de agosto de 1999, un grupo empresarios del sector, titulares de buques pesqueros dedicados a la pesca de calamar dio un paso significativo al fundar la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos (CAPA). Esta organización sin fines de lucro nació con el objetivo de nuclear, asesorar y representar a los armadores de buques poteros dedicados a la pesca del calamar argentino, un recurso vital para la economía nacional.

Desde sus inicios, CAPA se ha comprometido a fomentar el crecimiento sostenido de las exportaciones y la apertura de nuevos mercados, siempre con un enfoque en el desarrollo de empresas nacionales y la conservación del recurso. La pesca con poteras, un método selectivo, ha sido fundamental para garantizar la sostenibilidad de la especie calamar, y la cámara ha trabajado incansablemente para aumentar la calidad de la mercadería producida, colaborando con instituciones tanto nacionales como internacionales.

Bajo la presidencia de Mario Redini, las catorce empresas fundadoras, que representaban a 26 embarcaciones, establecieron un camino que ha enfrentado diversos desafíos a lo largo de los años. Hoy, 25 años después, CAPA sigue firme en sus ideales, ahora bajo la dirección de Juan M. Redini, hijo del fundador, quien ha liderado la organización desde 2015. Actualmente, CAPA agrupa a 32 empresas y más de 70 embarcaciones, abarcando más del 95% de la flota potera argentina.

Los desafíos continúan renovándose. La pesca en la milla 201, la sustentabilidad de los recursos y la certificación de estándares internacionales son solo algunos de los temas que CAPA enfrenta en un contexto donde la actividad pesquera a menudo pasa desapercibida para la población y está fuertemente influenciada por decisiones gubernamentales.

A pesar de estos retos, el compromiso de los asociados de CAPA se mantiene firme. La cámara se ha consolidado como un defensor de los ideales que la llevaron a su creación hace 25 años, asegurando que la pesca del calamar argentino no solo sea una actividad económica, sino también un modelo de sostenibilidad y responsabilidad.