NOTICIAS | 13 DIC 2024

En medio de una álgida asamblea designan a dos marineros locales como delegados en el SOMU de Puerto Deseado

Unos 50 marineros participaron de la reunión informativa donde las autoridades confirmaron el nombre de los nuevos delegados.




En una asamblea cargada de reproches y tensiones, los referentes del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) a nivel nacional decidieron nombrar a dos delegados locales para representar a Puerto Deseado. Se trata de los marineros Rodrigo Rogel y Marcelo Flores, quienes asumirán la responsabilidad de conducir el gremio en la localidad.

La elección, que inicialmente se había planteado como un proceso democrático a través del voto de los afiliados, finalmente no se realizó de la manera esperada. El Secretario del Interior del SOMU, Hernán de Corte, explicó a Mar&Pesca que se optó por ejercer una facultad estatutaria que permite al Secretario General designar a los delegados. Esta decisión, según De Corte, fue tomada tras evaluar la situación y comprender que el proceso electoral podía generar conflictos internos debido a la gran cantidad de listas y posturas enfrentadas.

“Nos dimos cuenta de que sería una situación muy conflictiva porque había muchas listas en disputa. Por eso, utilizamos la herramienta estatutaria y fueron los normalizadores quienes le trasladaron a nuestro Secretario General, Raúl Durdos, los nombres de las personas adecuadas para llevar adelante la conducción del sindicato. Todos estuvieron de acuerdo con esta decisión”, reconoció De Corte, al tiempo que admitió que la asamblea informativa fue un espacio de alta tensión.

A pesar de que la mayoría de los marineros que asistieron a la asamblea aceptaron la designación de los nuevos delegados, algunos trabajadores expresaron su descontento con la forma en que se llevó a cabo el proceso. Muchos se fueron con un "sabor amargo" y manifestaron una profunda desconformidad con la actual conducción del SOMU a nivel nacional.

El malestar de los trabajadores

Durante la asamblea, algunos de los trabajadores expresaron duras críticas hacia la política interna del sindicato y la influencia de actores externos en la gestión gremial. “Esta gente vino a operar, se ensuciaron con la política. Aquí hubo punteros que llegaron para manipular la situación, gente de otras provincias que vino a vivir como reyes a costa nuestra, mientras nosotros ni siquiera tenemos un hotel para alojar a nuestros hijos cuando se van a estudiar afuera. No podemos ni siquiera costear sus estudios. Es una situación muy grave. Muchos de estos individuos son funcionales a las empresas que promueven la explotación, a cambio de dádivas. La mayoría de los marítimos seguimos siendo relevos”, señalaron los trabajadores, visiblemente frustrados por lo que consideran una falta de apoyo real a las necesidades de los afiliados.

La crítica de Gustavo Barriga

Uno de los momentos más tensos de la jornada ocurrió cuando el ex delegado del SOMU, Gustavo Barriga, cruzó duramente al Secretario del Interior, Hernán de Corte, y a los exterventores de apellido Soto, dos delegados oriundos de Barranqueras , Chaco, a quienes Barriga acusó de desatar una feroz persecución contra los trabajadores marítimos más cercanos a su entorno, y defendió la labor que había realizado durante su gestión como delegado.

“Tuvimos grandes logros durante nuestra conducción. Trabajamos intensamente en lo social y en la contención de los trabajadores. Llevamos adelante un protocolo durante la pandemia de COVID-19 que no tenía ningún otro puerto, y también conseguimos poner wifi en los barcos. Sin embargo, todo eso no fue suficiente. Llegaron personas a ensuciar nuestra gestión sin aportar ninguna prueba concreta de lo que dijeron sobre nosotros”, expresó Barriga, visiblemente afectado por las acusaciones que recaen sobre su gestión.

Acusaciones de persecución laboral

Otro de los momentos de tensión en la asamblea se produjo cuando una trabajadora marítima acusó a uno de los interventores de operar para que la empresa la sacara del barco donde se encontraba realizando guardias. La denuncia fue recibida con sorpresa y preocupación por parte de algunos de los asistentes, quienes interpretaron este hecho como un ejemplo más de las tensiones internas y las presiones que los trabajadores enfrentan en su día a día.