NOTICIAS | 9 MAY 2025

Langostino en crisis: empresas congelan la actividad y exigen cambios urgentes

Más de treinta compañías del sector pesquero decidieron mantener amarrada la flota hasta lograr un nuevo acuerdo laboral que permita recuperar la rentabilidad del congelado a bordo.




Los barcos congeladores tangoneros permanecerán inactivos hasta que exista un entendimiento con los gremios. Así lo resolvieron más de treinta dueños y CEOs de empresas argentinas y extranjeras del sector, reunidos en Barcelona antes del inicio de la feria internacional Seafood Expo Global.

Durante más de dos horas, evaluaron la crítica situación del negocio del langostino congelado a bordo. La conclusión fue unánime: las condiciones actuales hacen inviable la operación. Por eso, resolvieron presentar una propuesta formal al Ministerio de Trabajo y a los sindicatos marítimos para renegociar los convenios vigentes.

El planteo central consiste en una reducción del 30% en los valores de producción establecidos por convenio colectivo. Según los empresarios, los costos laborales representan el 60% del gasto operativo total y colocan al sector en una situación insostenible.

“El sector no tiene más margen”, afirmó Agustín de la Fuente, presidente de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), quien sostuvo que las condiciones actuales siguen siendo inviables para operar con rentabilidad.

La reunión, organizada por Fernando Álvarez (presidente de Conarpesa), tuvo como objetivo unificar una postura empresarial ante la crisis. Antonio Solimeno confirmó que presentarán su propuesta ante el Ministerio de Trabajo como paso inicial para abrir la negociación con los gremios.

El congelado a bordo atraviesa una crisis estructural: baja de precios internacionales, alta presión fiscal y una estructura de costos rígida llevaron al sector a una rentabilidad negativa estimada en 15%.

Durante el encuentro también se analizaron alternativas a la reducción directa, como esquemas de pagos mixtos o ajustes ligados al rendimiento. Sin embargo, la baja del valor de referencia sigue siendo el eje central de la propuesta.

La decisión empresarial de mantener la flota amarrada hasta conseguir un acuerdo formal marca un punto de inflexión. Para el sector privado, seguir operando bajo el esquema actual ya no es una opción viable.

El Ministerio de Trabajo será el escenario de la próxima discusión. La propuesta incluirá fundamentos económicos, proyecciones de escenarios y el pedido de una reformulación que permita sostener la actividad.

Hasta el momento, los gremios no emitieron una respuesta formal. Se espera que en la instancia con las autoridades se habilite un espacio de diálogo que defina el futuro inmediato del congelado a bordo.