NOTICIAS | 5 NOV 2025

MAR DEL PLATA

Sacaron el barco para no perder el permiso, pero se olvidaron de pagarle a la gente

La temporada de langostino cerró con más deudas que ganancias para muchos marineros. Tripulantes del buque Alver denuncian que la empresa Abedejero S.A. no les paga lo trabajado y que el gremio SOMU mira para otro lado.




La última temporada de langostino dejó un tendal de deudas y malestar entre los trabajadores marítimos. Los marineros del buque Alver denuncian que la empresa Abedejero S.A. los “bicicletea” y que el gremio no interviene.

El Alver, uno de los últimos barcos en salir a pescar antes que finalizara la zafra del marisco se convirtió en símbolo de una situación que se repite: empresas que priorizan mantener sus permisos activos aunque eso signifique poner en riesgo a las tripulaciones y, peor aún, no pagarles lo trabajado.

“Sacaron el barco para no perder el permiso”

“Sacaron el barco para no perder el permiso, pero nos dejaron sin cobrar”, relató con impotencia uno de los marineros del Alver, que pidió reserva de su nombre por miedo a represalias. Según su testimonio, el buque saliódesde el puerto de Mar del Plata “en muy malas condiciones” al mar, casi como una maniobra de urgencia para no perder la habilitación de pesca.

“Trajimos muy poco pescado, la liquidación son unos pocos pesos, y ni siquiera eso nos quieren pagar. Nos vienen bicicleteando hace semanas”, explicó el trabajador.

El marinero detalló que el Alver había sufrido múltiples inconvenientes técnicos antes de zarpar e incluso averías estando en el muelle, pero que aun así los hicieron salir a navegar. “Los camarotes estaban en mal estado, las condiciones eran pésimas, pero era una oportunidad de embarque. Muchos tuvimos que pagar para poder subir, porque nadie lo dice pero el SOMU tiene los embarques tarifados: siempre tenés que dejar una cometa”, denunció.

SOMU bajo la lupa

El trabajador fue más allá y apuntó directamente al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU): “El gremio recorre los muelles recaudando. En esta marea yo pagué para poder embarcar y ahora ni siquiera puedo cobrar lo que me corresponde. Perdí por todos lados”.

Las denuncias contra el SOMU se repiten entre los tripulantes del Alver, que aseguran que el sindicato omite intervenir ante los incumplimientos empresariales y mantiene un sistema de cobros informales para permitir los embarques. “El SOMU pide plata  y el que no paga, no embarca”, aseguran los marineros.

Una deuda que sigue flotando

Mientras tanto, Abedejero S.A. —la empresa señalada— no respondió a los reclamos, y los trabajadores temen que el conflicto quede en el olvido, como tantas veces. “Nos tratan como si fuéramos descartables. Si no te gusta, te bajan del barco y ponen a otro que pague por subir”, resumió el marinero, con una mezcla de resignación y bronca.