La Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPECA) expresó su preocupación por los constantes paros del Sindicato Único de Estibadores Portuarios Patagónicos (SUEPP), que están afectando gravemente las operaciones en Puerto Deseado y poniendo en riesgo su calificación internacional. En un comunicado de prensa, CAPECA detalló cómo los paros reiterados han dañado al comercio exterior, especialmente en un contexto internacional donde la disponibilidad de contenedores es limitada.

Uno de los episodios más recientes involucró al portacontenedores Varamo, que quedó a mitad de descarga debido a la paralización de actividades portuarias, lo que impidió que se cargaran contenedores de exportación. Como resultado, la empresa de logística Maersk decidió retirar su buque de Puerto Deseado, una decisión que agrava la situación económica del sector pesquero, que ya enfrenta dificultades logísticas y mayores costos operativos. "En el caso de Pesquera Santa Cruz, teníamos 89 contenedores programados para cargar, pero no pudimos embarcar ninguno", indicó Iván Mauri, gerente de la compañía. "El año pasado, tuvimos que trasladar mercadería por tierra, y este año los costos se incrementan exponencialmente", agregó.

El gerente de Viera Argentina, Eduardo Viera, también se refirió a los perjuicios causados por estos paros. "Nuestro negocio se vio afectado, con exportaciones por u$s1.100.000 detenidas, lo que generó un retraso en los pagos de al menos 20 días. El costo de mantener la carga en el puerto es de 61 dólares por contenedor por día", explicó. Viera también destacó que la continuidad de esta situación podría hacer perder la única línea regular que opera en Puerto Deseado, lo que tendría consecuencias catastróficas para la economía local y el comercio exterior.

La cámara empresarial también subrayó que, a pesar de la conciliación obligatoria desde el 8 de noviembre, el SUEPP no ha cumplido con los términos acordados, lo que ha derivado en un clima de inseguridad jurídica en la región. "Es urgente que el gobierno intervenga y tome medidas legales para asegurar la continuidad de las operaciones", concluyó CAPECA en su comunicado.

Por último, los empresarios recalcaron que la situación también afecta la imagen del país en los mercados internacionales, ya que la inestabilidad portuaria está erosionando la confianza de los clientes en las empresas argentinas. "Es inaceptable que un pequeño grupo de estibadores siga afectando la actividad económica de todo un pueblo", finalizaron, haciendo un llamado a la acción para restablecer la paz social y el respeto por las leyes.