Aunque la Subsecretaría de Pesca de la Nación estaba dispuesta a hacer una excepción para permitir que los únicos dos barcos anotados —el congelador Mar Sur y el fresquero Niño Jesús de Praga— realizaran la prospección de langostino, finalmente este último decidió no zarpar debido a presiones sindicales.

Según pudo confirmar Mar&Pesca, la embarcación fresquera fue blanco de fuertes intimidaciones. “Fue un momento muy tenso. La tripulación denunció que fue patoteada y el armador, ante ese escenario, prefirió bajarse”, reveló una fuente con acceso directo a la situación. “Mar Sur, en tanto, cambió el rumbo y regresó al norte.”

Desde el Niño Jesús de Praga relataron que estaban listos para comenzar el relevamiento comercial, pero debieron desistir ante las agresiones verbales y los señalamientos. “Nos acorralaron, nos gritaron ‘carneros’, y nos acusaron de aceptar una baja del 30%, algo que no es cierto. Nosotros no avalamos ese recorte. Solo íbamos a hacer un estudio para saber si el recurso estaba en condiciones de pescarse, pero nos cortaron esa posibilidad”, aseguraron.

La situación genera aún más desconcierto si se tiene en cuenta que fue el propio SOMU quien había reclamado el inicio de la prospección. La contradicción entre el pedido formal del gremio y las acciones intimidatorias hacia quienes estaban dispuestos a llevarlo adelante generó sorpresa y malestar entre los actores del sector.