

Un grupo de marineros inició este martes un acampe en un terreno baldío contiguo al nuevo gimnasio municipal, en rechazo a la propuesta de las cámaras pesqueras que plantea una reducción del 30% en el salario vinculado a la producción de langostino congelado a bordo.
La protesta es encabezada por los delegados del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), Rodrigo Rogel y Marcelo Flores, quienes manifestaron su profunda preocupación por la situación económica que atraviesan los trabajadores del sector, agravada por la paralización de la flota tangonera.
“Lo que quieren hacer es ilegal. No pueden renegociar convenios a la baja. Es imposible y no lo vamos a permitir”, sostuvo Rogel en diálogo con Mar&Pesca. El delegado advirtió que la situación en Puerto Deseado se vuelve cada vez más crítica, y alertó sobre un posible estallido social si no se alcanza una solución en el corto plazo.
“El marinero es el primer eslabón de la cadena. Sin marineros no hay materia prima para procesar, no hay descargas, y ya lo estamos viendo: esto impacta seriamente en toda la cadena pesquera”, remarcó.
Rogel explicó que los trabajadores marítimos de distintas empresas se irán turnando para sostener el acampe, y aseguró que la medida de fuerza se mantendrá “hasta que haya una solución concreta y la flota vuelva a salir al mar”.
Si bien hasta el cierre de este envío no se había presentado ningún funcionario local, los delegados del Somu destacaron que el gobernador Claudio Vidal estaba al tanto de la situación y había iniciado un diálogo con distintos actores para buscar una solución.