

El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, participó este viernes a la mañana de una reunión con el ministro de Trabajo de la Nación, Julio Cordero, en la que también estuvieron el intendente de Puerto Deseado, Juan Raúl Martínez; el gobernador de Chubut, Ignacio Torres; y representantes del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).
Durante el encuentro se expuso la gravedad de la crisis que atraviesan los trabajadores y las localidades de la Patagonia ante el parate de la actividad pesquera. En el caso de Puerto Deseado, donde la pesca es el principal motor económico, la paralización afecta directamente a cientos de familias y comercios locales.
“El sector no puede esperar más. Cada día sin actividad son familias sin ingresos y comercios al borde del cierre”, advirtió el intendente Martínez.
Por su parte, el gobernador Vidal detalló las medidas que la provincia ya implementó para aliviar la situación: reducción del costo del combustible, análisis para eliminar tasas portuarias y la búsqueda de alternativas fiscales para sostener la actividad. Sin embargo, advirtió que el margen provincial es limitado.
“La fuerte caída de la coparticipación restringe los recursos de Santa Cruz. Ya hicimos lo que estaba a nuestro alcance. Ahora es el Gobierno nacional el que debe tomar definiciones si quiere evitar el colapso del sector”, sostuvo Vidal.
Se prevé que la semana próxima continúen las reuniones en busca de una salida consensuada, con foco en la defensa de los puestos de trabajo y la producción regional.