La reunión entre las cámaras pesqueras y los sindicatos, que había pasado a un cuarto intermedio el martes, concluyó el miércoles sin avances y fue calificada como “un fracaso total”. Las empresas aseguran que flexibilizaron su propuesta: “Ofrecimos una reducción del 17%, no del 30 ni del 40 como dicen, pero el SOMU se levantó de la mesa de forma intempestiva y ya no se pudo avanzar”, afirmaron desde el sector empresarial.

Según detallaron, la baja propuesta varía en función del tipo de buque, la marea y la capacidad de bodega, pero ronda entre un 17 y 18 por ciento. “El sindicato fue tajante. Ahora solo nos queda hablar con los tripulantes para explicarles que no les están diciendo la verdad”, lamentaron.

Desde las cámaras también alertaron que, si no hay acuerdo, la temporada de langostino podría perderse. Aseguran que ni siquiera los alivios fiscales ofrecidos por el Gobierno alcanzan para revertir la ecuación negativa: “Salir sería seguir perdiendo plata”.

Por su parte, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) difundió un comunicado en el que sostuvo que el fracaso de la reunión se debió “pura y exclusivamente a la intransigencia total de las cámaras empresarias”, y rechazó cualquier alternativa que implique una reducción de la retribución a los trabajadores embarcados.

Según el gremio, se propuso mantener el valor de referencia del langostino, pero liquidado en pesos a una cotización de 825 pesos por dólar. “En pocas palabras: el mismo perro con distinto collar”, concluyeron.