

Tras la masiva movilización del gremio marítimo a Plaza de Mayo, Raúl Durdos fue interceptado por un grupo de marineros correntinos autoconvocados que buscaba una charla informal para conocer de primera mano las acciones gremiales previstas. Sin embargo, el dirigente sindical intentó esquivar el encuentro: “Hoy va a ser medio difícil, estoy complicado”, se excusó.
Ante la insistencia de los trabajadores, que preguntaron si existía un plan alternativo en caso de que las empresas se negaran a sacar los barcos, Durdos fue contundente: “Estamos operando para que las empresas que están en disidencia con Fernando Álvarez salgan a trabajar, porque el que empezó todo esto fue Álvarez”.
Los marineros, preocupados por el impacto que el conflicto pueda tener sobre su fuente laboral, insistieron en conocer los pasos a seguir. El dirigente del SOMU les aseguró que si las empresas continuaban sin operar, avanzarían en medidas drásticas: “Si no sacan los barcos, les van a quitar los permisos de pesca”.
Durdos está convencido de que los buques que no salgan a pescar perderán sus permisos de capturas, los cuales —según adelantó— podrían ser entregadas a otras empresas dispuestas a operar. “Los permisos pasarán a manos de otras empresas que sí quieran trabajar”, sentenció.
El conflicto mantiene paralizada a toda la flota tangonera congeladora, en medio de un clima de tensión entre el gremio y el sector empresarial. En ese contexto, Durdos dejó en claro que el sindicato no cederá y se mantendran firmes ante el intento de una rebaja del 30 por ciento al premio a la produccion del langostino congelado a bordo.