

El empresario Eduardo Vieira denunció que su empresa Vieira Argentina debió abortar la salida de tres barcos tangoneros luego de que el personal comenzara a recibir amenazas provenientes de personas presuntamente vinculadas al SOMU de Puerto Madryn. Según afirmó, los amedrentamientos incluyeron advertencias sobre la llegada de colectivos al puerto de Puerto Deseado para impedir que los tripulantes —a los que el gremio tilda de “carneros”— salieran a pescar.
“Logramos armar las tripulaciones con gente que tiene muchos años con nosotros y que aceptaba el ajuste del 22% en los valores de producción. Ya estaba todo listo, pero nuestro personal empezó a recibir amenazas anónimas. Después, las amenazas fueron más graves: que iban a bajar colectivos desde Madryn, que iban a copar los barcos”, explicó Vieira en diálogo con Mar&Pesca.
Ante la escalada de tensión, la empresa decidió suspender la operatoria de toda la flota. “La situación se volvió violenta. Una cosa es estar en tu casa y otra es estar lejos, arriba de un barco y recibiendo amenazas. Decidimos parar todo y esperar a que las cosas se tranquilicen”, sostuvo.
El empresario aclaró que en Puerto Deseado “no hubo inconvenientes” ni por parte del gremio local ni del puerto: “Querían que se firmara libremente, sin presiones, incluso el SOMU de Puerto Deseado nos pidió embarcar gente que tenían en lista y estábamos de acuerdo. Lamentablemente, al cancelarse la salida, no pudo ser”. Pero la presión vino desde Madryn, y eso generó mucho temor. Hasta había mensajes diciendo que venían a hablar con los ‘carneros’ y que se iban a subir a nuestros barcos”, comentó.
El empresario remarcó que los salarios que estaban en juego no eran menores. “Hablamos de sueldos de entre 3 y 4 millones de pesos netos por marea, de 10 a 12 días. Son buenos salarios, nadie está hablando de sueldos de miseria. Dimos libertad de acción a nuestros tripulantes y aceptaron, pero no los dejaron decidir”, afirmó.
También subrayó que las empresas están sujetas a una minoría que impide operar con normalidad: “Son 4 matones que amenazan y dirigen todo”, apuntó.
De todos modos, aclaró que con los valores que pide el SOMU es imposible salir a la pesca: “Hoy perdemos menos con los barcos en muelle que pescando. Es una paradoja, pero es real”, reconoció.
Peligra la próxima campaña
Sobre el futuro del langostino congelado a bordo Vieira fue categórico: “Esto no es un problema del 2025. Si no se encuentra una solución estructural, en 2026 y 2027 será igual o peor. Los costos suben, los precios no mejoran, y la ecuación no cierra. No es un capricho, es una realidad económica. Acá tenemos que ganar todos: las empresas, los marineros, el sindicato y toda la industria que rodea al langostino”.
Finalmente, apuntó que, si bien algunos barcos están saliendo, no representa una tendencia: “Que hayan salido tres congeladores en una lista de 90 demuestra que cada uno hace lo que puede, como puede. En nuestro caso somos una empresa familiar y con los valores que pide el sindicato es imposible salir”, dijo para cerrar.