viernes 12 de septiembre de 2025 - Edición Nº4965

Noticias | 12 sep 2025

Nancy Jaramillo, la capitana que abre camino en la pesca 

Con más de tres décadas de experiencia en el mar, comenzó como camarera y hoy está al mando del buque centollero Tango I. Respetada en todos los puertos, se convirtió en referente para otras mujeres que sueñan con embarcarse en la actividad pesquera.


Puerto Deseado volvió a recibir después de muchos años a Nancy Jaramillo, una de las pocas capitanas de pesca que existen en el país. Dueña de una trayectoria que suma tres décadas de trabajo en distintos barcos, Nancy llegó para comandar el buque centollero Tango I, con la misma pasión que la llevó a romper barreras en un ámbito históricamente dominado por hombres.

“Yo empecé como camarera hace 30 años, después fui marinera, estudié y en 2013 llegué a la capitanía. Hice todas las pesquerías, solo me falta el palangre”, contó con orgullo. Hoy, Jaramillo es una de las tres mujeres capitanas en actividad en Argentina, un logro que ella misma reconoce como fruto de esfuerzo y perseverancia: “Sabemos que las mujeres tenemos una gran lucha por la inclusión arriba de los barcos. Todavía cuesta que nos embarquen, pero siempre agradezco las oportunidades porque me permiten abrir puertas a otras”.

Durante la jornada previa a la zarpada se la vio en plena tarea de alistamiento, dando órdenes firmes que resonaban en el puerto y recibiendo el respeto de la tripulación. Para ella, cada campaña es un desafío distinto: “Todas las pesquerías tienen su encanto. Ahora estaré como mínimo hasta diciembre, y ya tengo otras propuestas para seguir trabajando”.

En diálogo con Mar&Pesca,Jaramillo recordó que es la primera vez que una empresa con asiento en Puerto Deseado la contrata, tras años de embarques con compañías de Mar del Plata y Puerto Madryn. “Este puerto tiene algo especial, encontrás siempre gente conocida. La flota parece grande, pero al final todos terminamos cruzándonos”, dijo con una sonrisa.

Al referirse a las distintas pesquerías comentó que, “cada modalidad tiene su belleza: el calamar con el barco estático, la merluza con el ritmo nocturno, el langostino con la velocidad del día. Siempre hay algo que aprender y disfrutar”, señaló.

Más allá de los desafíos de la pesca, Nancy sabe que su presencia en el puente de mando tiene un valor simbólico que trasciende lo personal: “Para mí es muy importante demostrar que las mujeres podemos convivir y ejercer funciones a bordo sin problemas. Eso genera respeto, y el respeto abre caminos”, dijo para cerrar.

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