

Puerto Deseado atraviesa una de sus peores temporadas. Con solo 5.227,6 toneladas de langostino descargadas, el puerto local quedó muy por debajo de Puerto Madryn, que alcanzó 59.385,4 toneladas, marcando una diferencia abrumadora. Incluso fue superado por Mar del Plata, que llegó a 8.475,6 toneladas, pese a no ser un puerto históricamente relevante para esta especie.
La tendencia negativa no es nueva. El año pasado, con temporada completa, Deseado había sumado apenas 11.473,1 toneladas. La lejanía del recurso, que se concentra cada vez más al norte, aparece como una de las principales causas. Mientras el langostino continue migrando, será difícil que los tangoneros vuelvan a operar con la intensidad de otros años en el puerto local.
Un operador logístico consultado por Mar&Pesca reconoció que la situación es crítica. “Los trabajadores y los funcionarios se resisten a aceptar que los volúmenes de langostino que recibíamos antes no van a volver. Siguen añorando esas descargas. Se firman actas y compromisos que las empresas no van a cumplir, porque nadie sale a pescar para perder plata: un barco es una unidad de producción”, explicó.
Al ser consultado sobre posibles soluciones, el mismo operador señaló que “la respuesta pasa por una gestión más activa, que comience a trabajar en la llegada de los poteros que operan sobre el calamar y de grandes merluceros, y también en la recepción de otros tipos de carga, incluso insumos industriales, como se hacía antes con los componentes de molinos eólicos”.
Y concluyó: “Hacen falta funcionarios con iniciativa, que conozcan la problemática y gestionen. Las fotos y los discursos vacíos ya no alcanzan”.