Pese a haber gastado una pequeña fortuna en propaganda, ni los kirchneristas con el cura Molina ni el sector de Vidal lograron imponerse en la ciudad. El triunfo fue para La Libertad Avanza, que obtuvo 2.749 votos, seguida por Fuerza Santacruceña con 2.434, y muy por detrás Por Santa Cruz, el armado oficialista de Vidal, que apenas alcanzó 973 votos.

Las elecciones legislativas en Puerto Deseado reflejaron el profundo hartazgo social con la clase política, y así fue como un desconocido libertario se alzó con la victoria. Guzmán, un comerciante oriundo de Río Gallegos quien sostiene que ingresó a la política para destruirla.

Antisindicalista confeso, Jairo Guzmán recorrió la provincia difundiendo las ideas de Milei. Visitó en varias ocasiones la ciudad portuaria acompañado por Tito Córdoba, funcionario de ANSES y principal referente de su espacio en la localidad.

Su campaña se destacó por un estilo cara a cara con los vecinos, recorriendo barrios y comercios, sin conceder entrevistas en los medios porque aducía no poder pagarlos, y lejos de perjudicarlo, esa estrategia de contacto directo con la gente, al parecer fue clave para captar el voto de los descontentos.

A pesar de su discurso abiertamente contrario a los sindicatos, muchos portuarios, en su mayoría los jóvenes admiten en voz baja haberlo votado.

“Nos jodieron los kirchneristas, dejaron el puerto hecho un desastre. Y Vidal, con sus mentiras nos terminó de hundir. Había que darles una lección a estos políticos, y se la dimos. Al final el trabajador siempre pierde, pero estamos cansados de los que salen en la radio a decir pavadas”, expresó un trabajador del puerto al ser consultado por Mar&Pesca.

En tanto, un empleado de una empresa de estiba destacó la magnitud de la derrota del oficialismo y recordó un episodio que definió como un papelón:

“Estos políticos son un chiste. Antes de las elecciones hicieron meter un fresquero en el sitio 6 solo para sacarse una foto. El buque entró con viento y con la bodega vacía, todo para la foto, pero al final, por el viento, ni siquiera aparecieron”, contó entre risas.