

“Lo que más voy a extrañar es a mis compañeros”, dice Yáñez con un dejo de nostalgia. El flamante jubilado cuenta que empezó como tickero en el año 93 con un grupo de 10 operarios, aunque en el 92 ya trabajaba con documento.
Pasó más de media vida en este oficio y ahora llegó turno del merecido descanso.